El culto a la noche, a la luz de la luna, a las personas de vida licenciosa, a la tristeza, a la melancolìa. El aborrecimiento al progreso, a la pèrdida de todo aquello que amò en su juventud, la añoranza, en definitiva, de todo lo pasado.
Como todo romàntico, debe vivir lo que dice. Por eso los ataques de tristeza, de odio hacia el mundo moderno que no comprende, hacia la vida injusta que lo pariò. Por eso, las enfermedades, la falta de confianza, la alabanza desmedida de valores caducos para la sociedad actual.
Como buen romàntico, un artista problemàtico, un artista talentoso que pone en duda sus cualidades. Un artista capaz de descifrar algunos misterios, pero incapaz de objetivarlos. Un actor de la vida. Un artista que no puede separar el arte de la vida misma.
Romàntico, triste, sin finales felices nunca.
Romàntico, amante hasta el dolor, incomprendido, amado. Difìcil como un bebè que llora sin que podamos saber por què.
Romàntico, hermoso, admirado, grotesco.
Lord Byron y el Jorobado, Frankestein y Don Juan Tenorio. Exòtico, aventurero, valiente, medroso. Sensible, sentimental, un anacoreta siempre rodeado de gente.
Imperfecto pero humanamente perfecto.
Un inspirado, denunciante de la opresiòn, de la injusticia, de la falta de libertad, tres conceptos que èl sufre.
El amor es tragedia, excluye toda norma, porque es pasiòn. Todo es pasiòn para su espìritu original.
Un misàntropo irracional pero mucho màs razonable que la banalidad social. Mucho màs lògico que la alegrìa superficial y pobre.
Con la necesidad imperiosa de alejarse, de perderse, para volver con un arrepentimiento cuasi catòlico.
Con la necesidad de llenar de fantasìas la vida, porque la realidad siempre es fùnebre, siempre es insatisfactoria.
El destino lo construye y lo destruye. El destino, ya prefijado, lo condena al fracaso (me atrevo a decir, con grandes posibilidades de equivocarme, que disfruta haciendo ruido con su destino cruel, la condena lo justifica en cierta medida). El destino crea su vida y la carcome.
Pero, ¿còmo concebir a un artista feliz, conforme, tranquilo? ¿Còmo aceptar la tibieza de un artista que no sufre?
Como romàntico, el arte surge de la pasiòn y las mayor de todas es el dolor. Insondable dolor del hombre que nace muerto, del ser que sòlo puede vivir una ùnica y acotada vida.
Rebelde pero arraigado, confiado pero inseguro, desconcertante pero predecible. Una combinaciòn caòtica de la alegrìa disipada y de la tristeza màs contumaz. Una mezcla nefasta por la falta de precisiòn en su medida. Pero es romàntico y sòlo puede vivir en los extremos.
Sencillo, natural pero rebuscado. Libre pero anclado en una psiquis inmanejable.
En definitiva, abismal como el mar, profundo como la noche, càlido como sol de mediodìa, triste y lejano como la medianoche.
hay que hacer fuerza y ponerle empeño para verlo realmente
ResponderBorrarQUÉ RARO...QUIZÁS DEBERÍAS VOLVER A LAS GAFAS...
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