Hay gente que habla mucho y mantiene hilos remotos de conversación. Jamás dicen "¿de dónde viene esto?" o "¿cómo llegamos acá?", porque lo recuerdan todo. Y continúan una perorata eterna, sin fundamentos, con atropelladas repeticiones que, generalmente, versa sobre ellos mismos. Así que, si descartamos los pronombres de primera persona y los "viste", "¿entendes?", "¿me explico?" y contamos una única vez las iteraciones, estamos ante un vocabulario que no enriquece porque es pobre.
Igualmente, son de no creer.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Ni onomatopeyas, ni interjecciones, ni palabras hirientes, ni pedanterías. Como si fueran mi papá.